Puede ser que el adulto ya no se de cuenta de la frecuencia con la que emplea sus cinco sentidos, pero sí los bebes y los niños pequeños, que se encuentran el la fase de aprender lo útiles que estos sentidos pueden ser. Las actividades sensoriales ayudan a los niños pequeños a aprender a procesar y a comprender el mundo. Realizar acividades sensoriales con nuestros hijos también puede ayudarnos a reforzar en vínculo: el arte como integrador social.
Este espectáculo, destinado para la primera infancia, abarca todo el abanico de percepciones posibles que puedan hacer viajar a nuestros sentidos: la luz, el sonido, el color, los materiales...
Recomendado para niños y niñas a partir de dos años.
Interpretación, creación y dirección: Mónica González Megolla